globo en el pincho...
el niño con el dedo
le hace un disparo.
El pincho…, globos…, un niño jugando… no puede ser más de feria. Y con todo el alboroto y movimiento que hay en esa zona, tener el acierto de reparar y captar con esta extrema sencillez ese instante, bien merece un reconocimiento y pararnos a disfrutarlo.
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Me tomo una copa
y vuelvo pronto
dijo la abuela
¡Qué manera de captar el espíritu de la feria! Cualquier momento es bueno, cualquier excusa es buena, siempre las intenciones son las mejores… pero ese imán de atracción que tiene el Ferial ¡no respeta ni las edades!
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terraza en la feria,
lucha contra Uranga
el olor de gofres
Humor por lo derecho, sin titubeos. La imagen del paseo… una explosión para los sentidos: podemos ver la terraza, las luces y el gentío, oír una y otra y otra vez los muy machacones mensajes sobre las diferentes hamburguesas y su calidad, sentir el ambientazo del lugar y saborear ese trozo de feria en forma de hamburguesa mientras, eso sí, olfateamos al tiempo el que será nuestro próximo paso: ¡el gofre!
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a ritmo de la orquesta
mueve los pies
Imágenes del ritmo de Tete Montoliu o Ray Charles sobre un escenario nos son bien conocidas. Aquí y ahora, ¡en nuestra feria!, el ritmo de la orquesta lo marca un ciego sentado moviendo sus pies… espontáneamente, sin artificios no hay mediación, viviendo la feria y sus sonidos que se meten por sus venas… ¡qué senryū tan extraordinario!
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bajo el refajo
la cinta blanca de la enagua
rozando el suelo
A veces, la línea que separa un haiku con leve toque de humor o uno de asuntos humanos de un senryū es muy estrecha. Este senryū, que alguien diría que está cargado de wabisabi japonés, también lo está de la más pura esencia de la manchega llanura: una cinta del traje manchego roza el suelo… ¡blanca! Con una rima interna inicial que realza el contraste del colorido que más se ve, con lo que se escapa de la sobriedad de la prenda oculta. A quienes amamos y vivimos esta feria, no puede sino encogérsenos un poquito el corazón y sin saber bien por qué, esbozarnos una muy leve sonrisa de complicidad.
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