Carmen Raya - miércoles, 17 de septiembre de 2025
La ganadora de la décima edición del Concurso de Senryu humorístico es profesora en la escuela Waldorf La Colmena de la capital
Cuando la Asociación de la gente del Haiku entregó sus galardones en el pabellón ferial de la Universidad de Castilla-La Mancha, institución colaboradora del evento, el nombre de Clara Soriano Gómez resonó con fuerza. Su senryu había sido seleccionado por el jurado, entre un total de 219 recibidos, como el mejor.
Un reconomiento que le llega después de cuatro años presentándose a este certamen y, como ella misma nos cuenta, «a rebufo de mi padre». Porque la 'culpa' de que Clara Soriano Gómez se haya coronado como reina del senryu es, precisamente, de su progenitor. «Mi padre lleva años dedicándose a escribir haikus y senryus. Así que podemos decir que para mí es algo habitual escribir este tipo de literatura japonesa. De hecho, fue él quien me animó a dedicarle más tiempo. Pero como digo, al final ni he estudiado técnicas de haiku ni nada por el estilo. Poco a poco se convirtió en algo innato», asegura.
Antes de continuar con la historia de Clara Soriano, debemos aclarar, para los que no lo sepan, que el senryu se caracteriza por estar compuesto por tres líneas con aproximadamente 17 sílabas en veros de cinco, siete y cinco sílabas. El senryu que le dio a Clara Soriano el primer premio en el décimo Concurso de Senryu fue el siguiente: Bajo el refajo, la cinta blanca de la enagua, rozando el suelo. Un senryu que esconde una bonita historia:«Este año, salimos mi hija y yo, que mi niña tiene seis años, en la cabalgata y era el primer año que salíamos de manchegas. Porque nosotras hemos salido otros años de espigadoras, de serranas, etc.Entonces, le regalaron una enagua nueva que llevaba debajo del refajo. Pero claro, como era nueva, la cinta estaba tan nueva que todo el rato se deshacía. Yo iba a su lado o detrás suyo y veía que llevaba el refajo y debajo del refajo le caía la cintita blanca todo el tiempo. Por lo tanto, teníamos que pararnos, atárselo y ya todo el mundo que venía detrás nos adelantaba y nos quedábamos ahí como a medio camino todo el rato y eso nos pasó un montón de veces. Entonces fue como que me vino dado el hablar de la enagua».
Así pues, Clara Soriano reconoce que la inspiración se la dio su hija y esa cinta minimalista que no dejaba de asomarse por debajo del refajo. Algo tan simple como efectivo para ganar un concurso de senryus. «Siempre me fijo en lo cotidiano y en los detalles de las cosas pequeñas. Soy más de cosas pequeñas que de grandes. Creo que la belleza está ahí», afirma. En cuanto a su facilidad para escribir este tipo de relatos cortos japoneses, Clara asegura que no le cuesta demasiado:«Yo creo que esto es como todo, que cuando algo te sale natural, pues no te cuesta. Y yo es que en realidad me sale muy natural. Uno porque lo he buscado hacer toda la vida y mi padre siempre lo ha hecho. Y otra cosa por la que me sale muy fácil es porque yo me fijo muchísimo en los detalles». Quizá por eso, Clara Soriano Gómez decidió dedicar su vida a la enseñanza.:«Soy maestra de inglés de primaria en la escuela Waldorf La Colmena de aquí de Albacete. No sé si conoces su filosofía, pero es una escuela un poco diferente, con una perspectiva más alternativa».
Tras hablar con ella, una cosa queda clara. Clara es de esas escritoras que nacen, no se hacen. Y aunque de momento se dedica a la enseñanza, ojalá y algún día se lance a poner por escrito todos esos pequeños detalles de los que habla como si fueran los acontecimientos más grandes del mundo.
Noticia publicada en:
Clara Soriano es la reina del arte japonés en Albacete | Noticias La Tribuna de Albacete
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