En la cultura japonesa, la grulla (tsuru) es símbolo de longevidad, paz y esperanza. Su figura aparece en el arte, la poesía y las leyendas, como la historia de Senbazuru, que promete salud y fortuna a quien pliegue mil grullas de papel. También en el haiku, la grulla es un kigo que evoca el invierno y la migración, un instante de belleza en movimiento.
Cada año, estas viajeras del cielo cruzan Europa y llegan a los humedales de Albacete, donde descansan tras su largo viaje. Para celebrar su llegada, se ha organizado un encuentro especial en Pétrola, al que se suma un taller de haiku dirigido por Frutos Soriano.
Os dejamos el cartel y os recomendamos que visitéis Pétrola y participéis en todas las actividades propuestas.
Para que os inspiréis, unos haikus sobre grullas:
Las nubes ahora blancas -
Sigue una grulla joven
a la bandada
Gorka Arellano
Cielo sin nubes.
Sobre el acantilado
vuela una grulla
Hikari
Las patas de la grulla
se han hecho más cortas
en las lluvias de mayo
Bashô (Traducc. F. Villalba)

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