Compartimos tres claveles en este día especial dedicados a Celeste Caeiro
En cada clavel
que añade al jarro,
el temblor de la anciana
Mavi
viento de otoño
en la vieja maceta
un clavel chino
Kotori
Lleno de sol...
en medio de la senda
el clavel de campo
Mari Vidal
Los haikus pertenecen al foro de El rincón del haiku
Una historia realmente inspiradora. Fíjaos que sin esos claveles, todo un símbolo, la revolución no habría sido la mismo.
ResponderEliminarPerfectamente, tienes razón. Pequeños gestos de gente pequeña es lo que hace grande a la humanidad
EliminarGracias por compartir -^-
ResponderEliminarGracias por el mensaje que fue la inspiración de esta entrada ;)
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