Debido a la cuarentena que estamos
obligados a mantener estos días, el fallo del decimocuarto concurso de haiku de
la Biblioteca General Universitaria de Albacete se ha tenido que realizar por
skype. Ángel Aguilar, Elías Rovira y Toñi Sánchez, reunidos -o conectados- el 22 de abril de 2020, han decido premiar
los siguientes haiku:
Primer premio
para Carmen Sánchez Requena por:
tras los
aplausos
el sonido de
las ventanas
al
cerrarse
Un haiku del confinamiento, escrito con delicadeza
extrema. La haiyina elige como aware el final de ese momento emblemático, y tan
entrañable, de los aplausos a las ocho de la tarde, homenajeando al personal
sanitario. Después de los aplausos, los saludos, las canciones y la carne de
gallina, llega el confinarse de nuevo,
cada uno en su casa, con su situación personal, muchos en soledad. Y, como no
puede ser de otra manera tratándose de una escritora de haiku, el motivo
desencadenante del aware nace de los sentidos, en este caso del oído. El sonido de los aplausos, triunfal y gozoso,
da paso a otro sonido profundo, quizá estremecedor: el de muchas ventanas
cerrándose a la vez.
Segundo
premio para @toniflavus :
se va la
niebla…
rebosan
agua
los cubos del
corral
Un haiku clásico, sutil, de una
sencillez exquisita, que dice lo que quiere decir sin complicarse la vida, ni
filosófica ni lingüísticamente. Esto vio el haiyín: la niebla irse y, tras
ella, la aparición, en el corral, de unos cubos que emergen de la nada
rebosantes de agua. Solo eso, pero, ¿verdad que tras su lectura nos sentimos
más ligeros?
Tercer premio
para @axlan2 :
Lluvia de
abril -
Un gorrión se
refugia
en mi
ventana.
Este abril
(“¿quién me ha robado el mes de abril ?”, cantaba Sabina) estamos más atentos
que nunca a la escasa naturaleza a la que tenemos acceso al mirar por la
ventana, al salir al balcón, al pasear (algunos privilegiados) por un patio
interior. El que tiene alma de haiyín, incluso en estos días de confinamiento,
sabrá ver y decir esos pequeños milagros cotidianos, como el que nos cuenta
este haiku, que parece firmado por Issa.
Accésit para
Nuria Alonso:
Se ha
colado
en la fila
para el pan
un
pajarillo.
Todos hemos
presenciado sucesos semejantes: irrupciones de animales en escenarios humanos.
Pero pocos lo han sabido expresar con tanta gracia como Nuria en este haiku,
que nos recuerda mucho a Susana Benet.
Accésit para
Irene Crespo:
En la
fuente
el reflejo
brillante
de esa
niña
Solamente dos de los seis haikus
premiados en esta edición cumplen el canon métrico 5-7-5. ¿Verdad que no nos
importa? Aunque es bueno para el aprendiz de haiyín comenzar trabajando con esa
métrica, llega un momento en el que cada haiku exige su peculiar ritmo y puede
darse el caso de que un haiku 5-7-5 nos suene mal y, añadiendo o quitando
alguna sílaba, quede impecable. Este es
el caso del haiku de Irene, con métrica 4-7-4. Y no hay en él nada que sobre ni
que falte. Irene ha demostrado tener vista de lince para descubrir haikus. No
es fácil reparar en esta mínima maravilla: el reflejo de una niña en el agua de
la fuente. Es tan cautivador el brillo de ese reflejo que ha cautivado también
al jurado.
Damos las gracias una vez más a la
Librería Popular, de Albacete, por su colaboración en este concurso, haciéndose
cargo de los premios desde la primera edición, hace catorce años.
¡¡ENHORABUENA!!